Antonio de Morga (1559-1636)

Antonio de Morga (Sevilla, 1559-Quito, 1636) fue bachiller por Salamanca (1574) y doctor en cánones por Osuna (1578).

En 1580 comienza a desempeñar oficios públicos, como alcalde de Baracaldo en Vizcaya, la tierra de origen paterno, y casa con la hija del corregidor de Écija, con la que tuvo muchos hijos y que moriría en México en 1606. Con 35 años, en 1593, es nombrado lugarteniente del gobernador de Filipinas, recién suprimida la Audiencia de Manila, y vía México partirá para allá al año siguiente y ya está en Manila en 1595, en donde permanecerá hasta 1603, en que pasó a la Audiencia de México.
En sus años filipinos, se reinstauró la Audiencia y tuvo problemas con los sectores militares y eclesiásticos coloniales por las críticas a sus excesos, y fue criticado por esos sectores a su vez tanto por mala dirección de la campaña militar contra los holandeses, que acababan de irrumpir en la zona, como por la mala administración de las licencias de comercio a los sangleyes o comerciantes chinos en Manila. Vuelto a México, siguió como alto oficial regio en la Audiencia, enviudó y se volvió a casar con una viuda que aportó otros cuatro hijos al matrimonio, y fue ascendido a presidente de la Audiencia de Quito, a donde se fue con su numerosa familia en el verano de 1615. Allí permaneció hasta su muerte en 1636 como magistrado máximo, a los 77 años, con fama de corrupción económica y vida activa de juego y sexo. Un hombre de frontera en el clasicismo del sistema imperial hispano, en la sociedad colonial criolla americana.

La obra Sucesos de Filipinas la escribió en los últimos años de su estancia en Manila y la terminó ya en México en 1607, publicándola dos años después en México después de haber circulado algunas copias manuscritas. Lo hace, sin duda, para dejar su punto de vista, como protagonista de los hechos, de un acontecimiento que había cobrado mucha actualidad en el momento de la Tregua de los 12 años con los holandeses, la expedición de Olivert van Noort y la batalla que tuvo con los españoles de Filipinas en el otoño de 1600. Van Noort había publicado, nada más volver a Holanda, una Descripción del penoso viaje en 1602 tanto en flamenco como en francés, que el mismo año es traducida al alemán y poco después al latín, aún lengua importante de comunicación internacional, y Morga conoce esa obra pues la cita en su propio relato. También, en ese momento, uno de los lectores cortesanos de la obra de Morga, Bartolomé Leonardo de Argensola, tenía permiso ya en 1609 para publicar su Conquista de las Islas Malucas, que apareció en Madrid ese mismo año, a la vez que la de Morga en México. La obra de Morga, por lo tanto, era de una gran oportunidad para un tiempo que todos estaban viendo como decisivo para aquella frontera imperial extremo-oriental asiática. La dedicatoria del texto al hijo del duque de Lerma, Cristóbal Gómez de Sandoval y Rojas, también indica el interés del autor en tener un mentor cortesano de importancia. La adecuación del texto para un público más amplio se nota en las matizaciones que hace Morga con respecto a algunas situaciones y personajes, que a veces contradicen los propios documentos escritos por él en el curso de su gobierno filipino, o los dulcifica en sus juicios.

FUENTE: Texto extraido de www.archivodelafrontera.com