Juan José Martínez (1757-1829).

Militar español nacido en Sanlúcar de Barrameda el 29 de marzo de 1757 y muerto en la misma localidad el 9 de noviembre de 1829.

Hijo de Juan Martínez Espinosa y Cuenca y de María Antonia Carrillo y Novela, ambos pertenecientes a familias nobles, comenzó sus estudios con los jesuitas de Sanlúcar y sentó plaza de guardiamarina el 21 de junio de 1770 en la Isla de León. Navegó por Europa, América y África, y participó en la expedición de Argel de 1775, así como en varias batallas en torno a Gibraltar. En 1782 fue hecho prisionero por el ejército inglés; consiguió la libertad el 30 de enero de 1783, cuando se iniciaban los preliminares para la firma de paz.

Intervino como diplomático en 1784 en la embajada de Turquía y en octubre de 1789 acompañó a un embajador marroquí a Constantinopla.

Continuando su carrera militar, fue ascendido a capitán de navío el 28 de enero de 1794 y a brigadier el 5 de octubre de 1802. Durante la Guerra de Independencia se encargó del gobierno militar y político de Menorca. A partir del 23 de agosto de 1808 ocupó el puesto de jefe de escuadra, aunque no obtuvo la confirmación de la Junta Central hasta el 23 de febrero de 1809. Fue destinado a Cádiz, donde comandó las fuerzas que debían vigilar y defender la costa. Tras estar al frente de las obras del Trocadero, se trasladó en septiembre de 1812 a Cuba para ocuparse de la Capitanía general de La Habana. A su vuelta, fue ascendido a teniente general el 8 de diciembre de 1815.

A finales de 1817 tuvo ocasión de pasar revista al arsenal de la Carraca, que encontró en una situación lamentable. Así lo expresó en público, hecho que le causó disgustos y sinsabores. El 9 de abril de 1820 obtuvo el ascenso a capitán general del Departamento de Cádiz; ocupó tal puesto hasta que el 20 de febrero de 1822 fue nombrado vicepresidente de la Junta del Almirantazgo. Acompañó al gobierno, las Cortes y el rey a Sevilla en 1823. En marzo de ese mismo año Su Majestad personalmente le condecoró con la Gran Cruz de San Fernando (poseía desde 1815 la de San Hermenegildo).

Con la vuelta del absolutismo fue despojado de todos sus empleos y condecoraciones; se trasladó a Sanlúcar, donde aguardó el momento de su purificación.

FUENTE: Texto extraido de www.mcnbiografías.com